El propósito final del Proyecto Manhattan era desarrollar una bomba atómica mucho más rápido que Alemania. Es por ello que la única forma posible de lograr dicho objetivo era reuniendo a las mentes más brillantes de la época en un equipo.
Desde un punto de vista jurídico, el proyecto se desarrolló en un contexto de guerra y urgencia nacional, lo que plantea cuestiones sobre la legalidad de acciones extremas en tiempos de conflicto. Además, la clasificación y el secretismo que rodearon al proyecto plantean interrogantes sobre la transparencia y la responsabilidad pública en asuntos de seguridad nacional.